En el último mes estamos asistiendo a un movimiento en el precio
de los bonos que están haciendo temblar a muchas de
las gestoras internacionales más beneficiadas por el mayor
rally de la renta fija de la historia. En muchos aspectos, los movimientos hacen
recordar el movimiento de la renta fija de 1994.
En enero de 1994, los
rendimientos de los bonos eran históricamente bajos, la inflación
insignificante, los salarios contenidos y las empresas no subían precios por la
debilidad de la demanda. Escenario prácticamente idéntico al que tenemos hoy en
día.
Las expectativas para que los tipos de interés y
las rentabilidades de los bonos fueran estables, estaban justificadas entre
otras cosas por los planes de Clinton de reducir el déficit y la clara
determinación del presidente de la Fed, Alan Greenspan, de
mantener la inflación bajo control.
Sin embargo, 1994 se
convirtió en uno de los peores años en cuanto a la rentabilidad del
mercado de bonos. El aumento de las tires de los bonos de 30 y
10 años en EEUU, con el correspondiente descuento del valor de los bonos de
Estados Unidos (caídas en precios en dependencia de la sensibilidad). Muchos
inversores estaban comprando bonos con objetivos de tan sólo 1 o 2 centavos de
dólar.
A muchos operadores de renta fija, les sonará este escenario de
nuestros días. Búsqueda de apreciación del precio del bono en el corto plazo,
sin tener en cuenta la tir a la que se está comprando el bono. Criterio
especulativo y no de valoración del activo en cuestión. Este hecho está
alimentado hoy en día, por el mayor mercado alcista de la historia en el mercado
de bonos, especialmente de la renta fija a largo plazo, alimentado a su vez por
la excesiva liquidez inyectada por los bancos centrales para salir de la
recesión post-Lehman Brothers.
En
febrero de 1994, cuando la Reserva Federal empezó a aumentar
los tipos de interés de intervención en respuesta a las señales de
fortalecimiento de la economía y el repunte del precio de las materias primas,
provocó que los tenedores de bonos (mucho de ellos apalancados) tuvieran que
vender sus posiciones para reducir las pérdidas y el riesgo en sus carteras de
bonos.
En los gráficos de Bloomberg se observa que la caída en el precio de
los bonos a 10 años de EEUU fue del -15%, y la subida de las
tires fueron del 5,4% de finales de 1993 al 7,8% de finales de 1994, es decir,
un movimiento de tir del 2,4% produjo una caída en precio y por tanto unas
minusvalías latentes de -15% para los tenedores de esos bonos o de los fondos de
inversión que invertían en esos activos.
Como hoy en día,
Europa tenía un escenario parecido al estadounidense tanto en
crecimiento, como en inflación. Pero Alemania empezó a dar
síntomas de mejora en términos de producción industrial y crecimiento, lo que
provocó que las tires de sus bonos también empezaran a repuntar. La reacción de
los mercados fue exageradamente rápida, nerviosa y volátil. El sell-off en el
mercado de bonos produjo un periodo de correcciones en todos los mercados, tanto
los de renta fija como los de renta variable. La búsqueda de los activos
"seguros" se hacía casi imposible de encontrar.
En el gráfico de Bloomberg se observa el comportamiento del
S&P 500 en 1994 cuando el mercado de bonos vivió su
calvario particular. Como se puede observar, después de una caída del -10% del
S&P 500 en apenas 2 meses, la réplica fue la recuperación de los niveles de
antes del "shock" en los sucesivos 6 meses. El dato posterior a 1994 es que se
vivió uno de los periodos más enriquecedores de las bolsas, hasta el
2000.
Hay que tener en cuenta, que el mercado de bonos es un juego de
suma cero. Cuando los precios de los bonos bajan, las pérdidas de los
inversores de bonos, se corresponden con las ganancias de los
emisores. Los emisores, tienen la opción de (re)comprar los bonos o, simplemente
beneficiarse de los bajos cupones a los que se financiaron.
Los grandes
ganadores de 1994 fueron las personas o empresas que se endeudaron a tipos de
interés bajos, no las personas o empresas que les financiaron.
Aunque la
historia no se repita, llevamos varios meses desde Renta 4 Gestora recomendando
estar invertidos en fondos de renta fija con duraciones muy bajas, inferiores a
2 años, y aprovechar las correcciones de los mercados que, sin lugar a dudas se
producirá en algún momento, para incrementar la parte de renta variable de
nuestras carteras de inversión.
Gestor de fondos de Renta 4 Banco
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