La noticia, no confirmada, de una posible OPA de una empresa
americana, ATT, sobre una de las compañías emblemáticas
españolas, Telefónica, induce a diversas e interesantes reflexiones.
-
Pese a la actual situación de crisis, el nivel de desarrollo de
la economía española y el volumen de población, le permite
seguir siendo un objetivo de interés para las grandes multinacionales, no en
vano seguimos siendo la cuarta economía europea.
- La economía
española se encuentra muy endeudada, pero afortunadamente parte
de dicho apalancamiento ha servido para internacionalizar
nuestras principales empresas, habiendo adquirido una posición relevante,
principalmente en Latinoamérica, en muy diversos sectores. Del
total de ventas del Ibex 35, el 70% ya procede fuera de
nuestras fronteras.
- Las empresas más endeudadas se están viendo en
la necesidad de vender activos en el extranjero para reducir su
nivel de deuda. En el mejor de los casos dichas desinversiones
se están llevando a cabo sin perder el control de las filiales extranjeras,
sacando a cotizar las filiales en sus mercados de
origen (Telefónica Alemania, Santander Brasil, OHL
México, ...)
- Los bancos son las entidades
con mayor necesidad de desapalancamiento, por imperativo legal. Es previsible
que se deshagan de la mayor parte de sus participaciones empresariales, más
pronto que tarde. Las principales compañías del IBEX 35 se verán afectadas en
este proceso: Telefónica, Repsol, Iberdrola, Abertis, BME,
Indra o MAPFRE, entre otras.
- Ante la
ausencia de ahorro interno, dichas desinversiones, cuando se
produzcan, serán adquiridas mayoritariamente por capital
extranjero.
- Pese a la eliminación de la "acción de
oro" (Golden Share) del gobierno, que le permitía
vetar determinadas operaciones de control de empresas españolas, siguen
existiendo restricciones de voto en empresas como Iberdrola o Telefónica.
Adicionalmente, parece poco probable que ningún inversor
extranjero se atreviera a lanzar una OPA sin el beneplácito del
gobierno en sectores fuertemente regulados como las
telecomunicaciones o energía.
- Las
empresas norteamericanas se encuentran en una situación diametralmente opuesta a
las españolas. Más del 10% de su capitalización y el 26% de sus recursos propios
se encuentra en caja (cálculos sin considerar el sector
financiero). A modo de ejemplo, el beneficio neto de
un año de EXXON ($35.000 millones) supera la capitalización de
REPSOL (€22.500 millones).
- Una parte considerable de la
liquidez de las empresas americanas se sitúa en sus filiales en
el extranjero, debido a la existencia de un impuesto por
repatriación de beneficios. Por tanto, el incentivo a realizar
operaciones fuera de EE.UU., si existen operaciones atractivas,
es elevado.
La existencia de interés por invertir en empresas
españolas por parte de multinacionales es una buena noticia para
nuestra economía. El cambio de manos de paquetes accionariales de las
principales empresas españolas, sobre todo los actualmente en poder de los
bancos, es más que probable. No obstante, de materializarse la toma de control
por parte de empresas extranjeras de nuestras principales compañías, se
produciría un desplazamiento de los centros de decisión fuera de nuestras
fronteras. Dicha eventualidad no sería positiva, como lo demuestran experiencias
muy recientes. Cuanto más nos acerquemos hacia el fin de la crisis, y el inicio
de la recuperación de la economía, más ruido habrá sobre operaciones
corporativas. La noticia protagoniza por ATT no será la última de este
tipo.
Director General de Renta 4 Banco
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