Con una subida semanal pequeña (+0,3%) del Eurostoxx 50 y un
S&P 500 prácticamente en tablas en la semana, nuestra apuesta de la
semana pasada de comprar puts a tres meses sobre el S&P a precio actual
(at the money) y vender a la vez puts y
calls semanales sobre el Eurostoxx fuera del dinero ha sido
acertada, ya que hemos ganado en la semana todas las primas de las
opciones vendidas, y mantenemos una posición bajista sobre el S&P,
posición que seguiríamos financiando con la venta de opciones semanales de
Eurostoxx, a la espera de la evolución del "shutdown".
Siguiendo la idea
de comparar índices, esta semana vamos a hacer una propuesta un tanto atrevida,
que consiste en vender Ibex 35 y comprar oro.
La idea de fondo es apostar por una vuelta a la percepción de los riesgos
implícitos en el escenario económico actual, riesgos que han quedado muy
difuminados por las sucesivas inyecciones monetarias de los
Bancos Centrales.
Tal y como se ve en el
Gráfico, a partir de julio, el Ibex ha tenido una fortísima
subida, al igual que la han tenido las Bolsas griega e
italiana, impulsadas, entre otros motivos, por la fe ciega de los inversores en
que el BCE hará todo lo que sea necesario para arreglar los
problemas de sobre endeudamiento de estas economías. La tesis es que, resuelto
así el problema de la deuda excesiva, el
crecimiento volverá con fuerza a España e
Italia, incluso a Grecia. No se considera la
hipótesis de que o bien el BCE no sepa acertar en sus políticas o bien
sencillamente el BCE no tenga las herramientas necesarias para tratar el
problema.
Con el oro ha pasado lo contrario. La fe ciega en que los
Bancos Centrales esta vez van a saber impulsar la vuelta al crecimiento sin
crear inflación (this time is different) ha hecho
perder brillo oro al dejar de ser atractivo como defensa frente a la inflación.
En abril el oro padeció su mayor caída en tres décadas, y a partir de ahí, como
se ve, no ha levantado cabeza.
En suma, un activo "refugio", como el oro,
cae en desgracia cuando nadie ve riesgos y un activo con recorrido potencial
grande, como el Ibex, atrae a los inversores y sube como la espuma si la
convicción es que alguien (léase los banqueros centrales) garantiza los riesgos
y sabrá como sortear los peligros.
Como consecuencia el oro baja más de
un 25% en los últimos doce meses, mientras el Ibex 35 acumula una subida de más
del 15% en este año 2013. La divergencia en la evolución de Ibex y oro es
especialmente visible en el mes de abril, y se ha vuelto a producir con fuerza
en el mes de septiembre y en estos primeros días de octubre.
Es justo esa
renovada divergencia la que nos anima a ser un poco "contrarians" y a proponer,
como decíamos, una operación algo atrevida. Pensando que tal
vez en algún momento cercano el mundo despierte de su plácido sueño y vea que
los riesgos siguen existiendo, nuestra propuesta es tomar una posición
diferencial en favor del oro y en contra del Ibex 35, bajo la
hipótesis de que si esto sucede el oro subirá y los índices que
más han subido, como el Ibex, podrían hacerlo peor.
Una forma simple y
barata, pero arriesgada, de tomar esa posición diferencial es comprar futuros el oro y vender por el mismo subyacente futuros del
Ibex. Otra forma, más cara pero menos arriesgada, es comprar opciones put del
Ibex y comprar opciones call del oro. Por supuesto caben siempre formulas mixtas
combinando opciones y futuros que aminoran los costes
permitiendo a la vez limitar los riesgos.
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GRÁFICO COMPARATIVO DEL IBEX Y DEL ORO EL ÚLTIMO
AÑO
Por Renta 4 Banco
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