lunes, 11 de junio de 2012

Primeras pruebas superadas


Tras la semana anterior, que había tomado la peor de las derivas posibles, hemos visto como en los últimos días los mercados financieros han superado algunas pruebas importantes. El consenso europeo para avanzar hacia la unión bancaria, la bajada de tipos en Australia y en China, el buen PIB de Australia en el primer trimestre, y el buen resultado de la arriesgada subasta de bonos que realizó el Tesoro español el pasado jueves, han propiciado fuertes rebotes en todas las Bolsas. Rebotes que son importantes, porque, como señalábamos en nuestro comentario anterior los índices, sobre todo el futuro del S&P, estaban en niveles críticos, cuya ruptura a la baja habría tenido implicaciones muy negativas en el corto plazo.

De esta forma, la apuesta por el Eurostoxx 50 que hacíamos en nuestro anterior comentario ha sido acertada y también lo ha sido la salida de las posiciones bajistas del S&P y del euro/dólar. En la semana el Ibex 35 ha subido un 8%, y el Eurostoxx 50, el Dow y el S&P han subido un 3,6%. Curiosamente el Dax ha sido el peor índice europeo, con una subida del 1,3% y el Nikkei ha subido solo muy ligeramente. 

Tras estos avances, la enorme sobreventa de los mercados se ha corregido en parte, sobre todo en el sector bancario europeo, que ha disfrutado de alzas espectaculares. 

Pero ha habido otro dato importante en los mercados esta semana, que es el giro a la baja en el bono alemán. El bund, que había llegado a un tipo del 1,13% la semana pasada, empezó a recortar el miércoles por la tarde y cerró el viernes en un tipo del 1,33%. La lectura directa que podemos hacer es que los temores de ruptura del euro se han relajado, ya que el bund se ha convertido en el indicador más fiable del miedo a la ruptura del euro. A mayor riesgo de ruptura, más dinero fluye al bund buscando el refugio de los futuros nuevos marcos alemanes. Por eso es importante el giro a la baja del bund.

A lo largo de la semana hemos ido teniendo noticias sobre la evolución de la economía global. La debilidad de la zona euro ha quedado patente en el PMI compuesto de manufacturas y servicios, en 46 puntos frente a los 46,7 de abril, indicando el mayor ritmo de contracción de los últimos tres años. La bajada de tipos china de un 0,25% al 6,31% también es signo de desaceleración en la gran economía emergente. Solo Australia ha dado buenas noticias con su magnífico crecimiento en el primer trimestre del año. Pero dentro de un escenario global de debilidad que quedó también reflejado en las palabras de Bernanke el miércoles y de Draghi el jueves.

Sin embargo, a diferencia del verano pasado, estas noticias han tenido poca incidencia, porque el foco no está ahora en una posible desaceleración económica que las Bolsas ya han descontado, sino en la situación del sector bancario europeo, y más en particular, en este momento, del español. De ahí las fuertes subidas de valores bancarios (Santander y BBVA subieron más de un diez por ciento) al calor de los avances en la posible unión bancaria europea, que al establecer un seguro de depósitos a escala europea, eliminaría el riesgo de fuga de depósitos hoy real en varios sistemas bancarios de la zona. 

Es verdad que la unión bancaria exigirá, al final, unión fiscal y unión política, pero en Europa el procedimiento siempre ha sido el de avanzar paso a paso, y a falta de un plan global es bueno ir completando, aunque sea poco a poco, el puzzle.

La solución dada al caso español, a través de la línea de crédito acordada el sábado, es también una buena noticia para la estabilidad de la banca europea, que es lo más urgente, ya que sin dicha estabilidad no hay crecimiento posible, y lo que sí hay son riesgos de posibles cortocircuitos o colapsos financieros, con el consiguiente escenario de ventas en cascada. Desde esta perspectiva el acuerdo de asistencia financiera para la banca alcanzado el pasado sábado por España y la Unión Europea es una buena noticia y debería ser bien recibida por los mercados, ya que aleja el fantasma de una reestructuración desordenada en la banca española, que habría tenido repercusiones muy negativas en nuestra Bolsa, dadas las interrelaciones y cruces accionariales existentes. 

Nuestra impresión es que las Bolsas van a seguir descontando bien el acuerdo en los próximos días y corrigiendo la sobreventa, lo que no significa, ni mucho menos, que vayamos a entrar de forma inmediata en una mercado alcista. El gran dibujo sigue siendo el de una economía llena de temas pendientes de resolución y el de unos mercados financieros inestables, con turbulencias recurrentes. Pero, como pasó con el LTRO o con otros avances positivos, ahora toca celebrar un poco el hecho de que la banca española vaya a poder reestructurarse de forma más o menos ordenada.

Pensamos que los cuestionados líderes europeos, una vez más al borde del precipicio, darán a lo largo de junio algunos pasos en la buena dirección, y sabrán manejar con el menor daño posible el escenario electoral que salga de las elecciones griegas

Esta semana tenemos vencimiento trimestral de futuros y opciones, lo cual siempre mueve el mercado. Pero tras un trimestre tan intenso, apostaríamos más bien, aun a riesgo de equivocarnos, por una continuidad de las alzas para esta semana, aunque tal vez más moderadas. 

Nos mueve a ello el ya mencionado giro que se ha producido en los bonos alemanes, así como la situación del futuro del S&P, que ha rebotado justo en los niveles críticos de la media de las doscientas últimas sesiones, cerrando el pasado viernes en los 1.329 puntos, es decir, cómodamente por encima de los 1.300, y también el rebote del euro frente al dólar

Dados los niveles de sobreventa a los que se había llegado, que solo se han corregido parcialmente la semana pasada, nuestra idea es que podrían seguir cerrándose posiciones cortas, provocando subidas adicionales, si bien, a nuestro juicio, moderadas.
Juan Carlos Ureta
Presidente de Renta 4

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