viernes, 22 de marzo de 2013

El relativismo financiero


Independientemente de cómo finalice el culebrón del rescate a Chipre, el daño causado por la forma de gestionar la crisis y las propuestas planteadas ya está hecho.


La economía de mercado requiere para su normal funcionamiento del cumplimiento de determinados principios fundamentales que no deben ser cambiados con carácter retroactivo o se generaría inseguridad jurídica. Uno de dichos principios es el de "prelación de deudores" en el caso de insolvencia de una entidad. Es decir, en qué orden asumen los acreedores de una entidad las pérdidas en caso de insolvencia.

El orden legalmente establecido para aplicar las pérdidas es el siguiente:

- Los accionistas son los primeros en perder su inversión,

- seguidamente los bonistas subordinados, incluidas las preferentes,

- a continuación los bonistas senior,

- después los depósitos por encima del nivel protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos correspondiente (100.000 €)

- Los depósitos inferiores a 100.000 € sólo sufrirían pérdidas si el Fondo de Garantía de Depósitos fuese incapaz de satisfacer las cantidades correspondientes.

De acuerdo con esta prelación de créditos, para que los depósitos por debajo de 100.000 € sufrieran pérdidas, los accionistas bonistas y depositantes de importe superior deberían perder antes toda su inversión, y el Fondo de Garantía de Depósitos debería declararse insolvente.

De todos los bancos europeos que han atravesado situaciones de insolvencia, solamente en el caso de Dinamarca los depositantes han llegado a sufrir pérdidas. En el caso de la quiebra del Amagerbanken los depósitos superiores a 100.000 € sufrieron una quita del 40%. Los de menor cuantía recuperaron todo su dinero. Si en Chipre se hubiese seguido este esquema, no se habría generado la situación actual de zozobra.

La gestión de la crisis chipriota por parte del Eurogrupo y el FMI ha puesto de manifiesto el poco aprecio de los responsables europeos por los principios básicos, jugando una vez más con las palabras y los términos jurídicos para alcanzar el objetivo propuesto. El fin justifica los medios. "Los depósitos siguen garantizados al 100%. Ello no es óbice para aplicarles un impuesto de nueva creación de tipo de hasta el 12,5%". Los tipos contemplados han ido variando con las horas.

Jurídicamente es factible implementar nuevos impuestos sobre cualquier activo o hecho imponible, pero económicamente se realiza una quita a los depositantes sin respetar el principio de prelación de créditos. Claramente se ha preferido plantear una penalización a los pequeños ahorradores para infligir un menor castigo a los depositantes extranjeros con mayores importes.

El Papa Emérito Benedicto XVI advertía en la primera homilía de su pontificado sobre el peligro de la cultura del relativismo extremo. Con seguridad no estaba pensando en rescates de entidades financieras, ni en la capacidad de las autoridades en retorcer las normas fiscales como se ha visto en el caso de Chipre, pero cuando los principios más fundamentales saltan por los aires, nada ni nadie está a salvo. Cuando las decisiones de las autoridades afectan al bolsillo y a los ahorros es más fácil percibir el peligro del relativismo aplicado al mundo financiero.

En el caso chipriota, sea cual sea la solución final, el futuro se presenta muy complicado. Casi el 40% de los depósitos pertenecen a no residentes, quienes no tendrán ningún interés en mantener sus posiciones en bancos de la isla una vez sea factible realizar transferencias internacionales. Intentando captar 5.800 millones de euros a través de impuestos sobre los depósitos, pueden provocar la huida de más de 20.000 millones de euros de los no residentes. Sólo la asistencia permanente del BCE permitirá que los bancos chipriotas no colapsen.



Director General de Renta 4 Banco 

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