martes, 31 de diciembre de 2013

Balance del Tesoro: los tipos bajan, la deuda sube


Un año más el Tesoro Púbico ha logrado cumplir sus objetivos de financiación colocando más deuda pública (letras, bonos y obligaciones) a menor tipo de interés. Aunque sólo están disponibles los datos hasta fin de noviembre, las conclusiones apenas variarán respecto al análisis del ejercicio completo.

No tardará en pregonarse el éxito del Tesoro. El tipo efectivo medio de las emisiones realizadas en 2013 se situó en apenas el 2,50%, el menor tipo de los últimos veinte años, con la excepción de 2009 cuando el tipo medio fue de 2,15%. Así, se ha logrado que el tipo de interés de la deuda en circulación se sitúe en apenas el 3,74%, frente al 4,07% de 2011 o al 4,52% de 2007.







Los bajos tipos de interés de la deuda pública son una magnífica noticia, aunque se debería ser consciente de que en algún momento subirán: por la propia recuperación económica y por el creciente volumen de la deuda en circulación. Cuando esto suceda, la carga de los intereses será una losa que detraerá recursos de otras partidas de gastos públicos. 

Pese a la buena noticia que supone los ínfimos tipos de interés pagados, el volumen de deuda pública no deja de crecer. Los mensajes oficiales que remarcan el éxito de la reducción del déficit público, se suelen olvidar de recordar que aunque el déficit disminuya, la deuda pública aumenta en la cuantía en que lo hace el déficit. Así, la deuda pública del Estado ha pasado de 307 mil millones de euros en 2007 a más de 754 mil millones de euros a noviembre de 2013. Todavía seguirá incrementándose en los próximos años.

Volumen de Deuda Pública






Aunque todavía no se haya publicado la estrategia de financiación del Tesoro para 2014, el déficit previsto del 5,8% implicará un incremento de las necesidades de financiación de cerca de 60.000 millones de euros, adicionales a los vencimientos por un importe en torno a 140.000 millones de euros.

El incremento de la deuda pública de 2013 ha sido absorbido por las entidades de crédito, que han incrementado su tenencia de deuda soberana en 18.000 millones de euros, y por los inversores no residentes, compradores netos de 28.000 millones de euros. 

En 2014 la financiación del Tesoro dependerá, más si cabe, de los inversores extranjeros. De acuerdo con los mensajes del BCE, no llevará a cabo nuevas "barras libres de liquidez" si sólo sirven para financiar la compra de bonos soberanos por parte de los bancos. Además, es previsible que en los test de estrés de la banca europea que tendrán lugar en el nuevo año, se penalice o limite de alguna forma el volumen de deuda pública en los balances bancarios. Por tanto, no es esperable que las entidades de crédito vayan a incrementar significativamente el volumen de deuda soberana en cartera.

No se debería dar por sentado que ningún acreedor incrementará su exposición a un deudor de forma permanente. La percepción de los inversores extranjeros sobre la deuda soberana de un país no es una excepción. A día de hoy los inversores extranjeros siguen confiando, subasta tras subasta, en la deuda soberana española, pero cuando más se incremente el volumen de deuda, más difícil será mantener dicha confianza y además a unos tipos de financiación históricamente bajos como los actuales. 

La deuda pública española acabará el año el 94,2% del PIB, aumentándose dicho ratio hasta el 98,9% en 2014, si no hay desviaciones al alza. Con los bajos tipos de interés actuales parece preocupar poco el nivel de deuda público alcanzado. Cuanto más elevado sea el nivel de la deuda pública, más elevadas son las posibilidades de un accidente en el futuro. De momento es justo reconocer que el Tesoro ha superado con nota sobresaliente el año 2013. Ahora toca afrontar el 2014. Ojalá tenga el mismo éxito.


Director General de Renta 4 Banco

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