viernes, 28 de junio de 2013

Bancos centrales: el poder de la palabra


La influencia de los bancos centrales en la evolución de los mercados financieros es indudable, no sólo por las medidas implementadas en cada momento, sino también por los mensajes que transmiten.

La comparecencia de Draghi el verano pasado en Londres anunciando que el Banco Central Europeo haría todo lo que fuera necesario (whatever it takes) para preservar el euro, aseverando que sería suficiente (believe me, it will be enough) supuso un cambio radical en la confianza sobre la permanencia de la moneda única y facilitó el retorno de las inversiones extranjeras en los países periféricos, entre ellos España.

La aprobación en septiembre pasado del programa OMT, mediante el cual el BCE podrá comprar bonos de vencimiento hasta tres años por cuantía ilimitada y de forma indefinida en el tiempo, bajo determinadas condiciones, supuso una muestra de la disposición del BCE a cumplir sus afirmaciones realizadas apenas un mes antes. Aunque hasta la fecha no se ha tenido que poner en marcha, su efecto beneficioso sobre los mercados de renta fija y variable ha sido palpable.

Las bruscas turbulencias de la generalidad de los mercados desde el 22 de mayo tienen su origen en declaraciones del Sr. Bernanke, ratificadas tras la última reunión de la FED de este mes. De acuerdo con sus palabras, si las previsiones económicas de la FED se cumplen, el paro seguirá bajando en los próximos meses hasta un nivel en el que se podría comenzar a reducir progresivamente el ritmo de incremento del balance de la FED, hasta finalizar las compras hacia mediados de 2014, cuando se estima que el paro se sitúe en torno al 7%. La tasa de paro llegó al 10% en los peores momentos de la crisis.

Pese a haber condicionado la finalización de nuevas compras de activos al cumplimiento de las previsiones de reducción de la tasa de paro y haber dejado claro que en absoluto supone el anticipo de una subida de tipos de interés, ni una venta de los activos mantenidos en cartera, su mensaje ha causado un auténtico terremoto en todos los mercados financieros: con caídas cercanas al 10% en las bolsas europeas; en torno al 20% en algunas emergentes, y retrocesos muy significativos en todos los activos de renta fija, incluso los considerados activos refugio. Ni siquiera el dólar o el oro se han librado de las caídas. 

Los mercados financieros han obviado la condicionalidad introducida por Bernanke en su mensaje: dejarán de comprar activos si el paro llega al nivel marcado como objetivo y la economía recupera crecimiento. La interpretación ha sido que "se acabó el dinero fácil y barato". Conclusión precipitada.

Una vez más, el Sr. Draghi ha tenido que hacer uso del poder de la palabra para calmar a los mercados. El BCE seguirá actuando cuando sea necesario sin vacilar (we stand ready to act again when needed). 

Siendo importantes los mensajes de las autoridades monetarias, estos tienen que ser avalados posteriormente con los hechos. Tras las palabras de Draghi el verano pasado vino la aprobación del nonato programa OMT en septiembre. Tras las declaraciones de esta semana, el BCE tiene la oportunidad el próximo jueves de materializar su mensaje en alguna medida concreta. De no ser así, previsiblemente seguirá utilizando herramientas dialécticas para evitar que los mercados financieros duden de la disposición del BCE a actuar si la situación lo requiere.

El propio Bernanke comentó en 2009 la influencia que el efecto riqueza generado por un buen comportamiento de los mercados podría tener en la confianza y en el crecimiento económico. Pese a no ser un objetivo de los bancos centrales, turbulencias excesivas en los mercados financieros generan pérdida de confianza y aumento de los costes de financiación, afectando, por tanto, al crecimiento económico.

El mensaje de Bernanke, avalado por el informe del Banco Internacional de Pagos, pone de manifiesto que la política de inyección de liquidez tiene sus límites. Ayudan a ganar tiempo, pero no son la solución a los problemas estructurales. Tras un primer aviso, de momento los bancos centrales seguirán apoyando. El próximo jueves comprobaremos si el BCE toma medidas reales o prefiere seguir empleando el poder de la palabra.





Director General de Renta 4 Banco 

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