lunes, 29 de abril de 2013

La complacencia aleja a las Bolsas de la economía real


Tras la semana anterior, en la que las Bolsas, en general, sufrieron caídas motivadas por la preocupación sobre el crecimiento económico, esta semana, curiosamente coincidiendo con la confirmación de esos temores sobre la debilidad de la economía, las Bolsas han rebotado al alza con fuerza.


En particular, varias Bolsas europeas (Ibex, Dax, Mib...) han subido casi un 5% en la semana, la mayor subida semanal en varios meses, siendo así que los PMI preliminares de la eurozona y de los países que la integran, que se publicaron el martes, indican que persiste la contracción económica, y pese a que el jueves supimos que España tiene ya 6,2 millones de parados y Francia 3,2 millones de parados. En el caso de EEUU, tras varios datos más bien tibios, supimos el viernes que su PIB ha subido sólo un 2,5% en el primer trimestre, menos del 3% esperado, y supimos también que la confianza del consumidor, medida por la Universidad de Michigan, ha descendido en abril. Pese a ello el S&P cerraba la jornada con una subida semanal del 1,7% lo que le lleva ya a subir en el año un 11%. En Asia el Nikkei acumula desde el uno de enero una subida del 33,5% tras subir de nuevo más del 4% en la semana. El único contrapunto lo puso la Bolsa de Shanghai al bajar un 3% en la semana.

La lectura que curiosamente han hecho los mercados es que la debilidad de la economía va a forzar a los Bancos Centrales a moverse de nuevo, bajando los tipos e inyectando más dinero, y eso explica tanto la subida de las Bolsas como la caída de los tipos de interés en los bonos largos de calidad y la mejora de las primas de riesgo de los bonos soberanos periféricos. El T bond americano cerró la semana en el 1,66% y el bund alemán en el 1,2%. A la vez la prima de riesgo española llegó a caer por debajo de los 300 puntos, e incluso se mantuvo en 307 puntos tras el reconocimiento expreso del pasado viernes de que el déficit irá peor de lo esperado en los próximos años. Todo esto lo guía la enorme liquidez existente, y la que se espera, y por ello suben también de forma simultánea las materias primas, habiendo recuperado el oro un 4% la pasada semana.

Lo inquietante de este enfoque de las Bolsas es que supone, una vez más, una disociación entre lo financiero y la economía real, disociación que estuvo en el origen de la actual crisis, cuando entre los años 2005 y 2007 los mercados financieros se apartaron de su función de asignar correctamente los recursos. La tesis ahora es que la buena situación de los mercados financieros se trasladará a la economía real, pero hoy por hoy esa tesis no deja de ser una expectativa, un deseo. Si al final la expectativa no se cumple, podemos estar incubando de nuevo una situación similar a la de los años previos a 2007.

Es muy difícil en este momento tomar una postura contraria a las tesis de los Bancos Centrales. Si Bernanke está convencido de que su modelo va a funcionar es difícil ponerse en contra, y de hecho lo que piensa el mercado es que mientras se mantengan las "QE" las Bolsas no van a caer. Algunos piensan incluso que seguirán subiendo casi sin límite.

En cualquier caso tenemos que seguir tomando decisiones de inversión en este entorno tan lleno de interrogantes. Esta semana además de las reuniones de la FED, del BCE y del Bank of England veremos los últimos resultados empresariales del primer trimestre, con muchísimas compañías dando sus cifras. Hasta ahora el 69% de las compañías del S&P que han publicado datos han superado las estimaciones de beneficios pero sin embargo un 58% se han quedado por debajo de las estimaciones de ventas. Esto indica dos cosas. La primera es que las empresas notan, como no podía ser menos, la crisis, ya que venden menos. La segunda es que están sabiendo adaptarse a un escenario de menores ventas. El problema, a futuro, es que si no crecen las ventas tampoco podrán crecer los beneficios, una vez absorbido el impacto positivo de la rebaja de costes.

A nivel macro, se publica el próximo viernes el informe de empleo de abril en la economía norteamericana, y antes, también en EEUU, los ISM de manufacturas y de servicios y en China y en la zona euro las cifras definitivas de los PMI. Lo normal es que se confirme la desaceleración.

Parece prudente esperar a que la polvareda levantada por el Banco Central de Japón, que ha sacudido a todos los mercados, se vaya asentando, y esperar a ver qué decisiones toman y qué mensajes transmiten en sus reuniones de esta semana la FED y el BCE. Seguimos siendo partidarios de incrementar la renta variable de calidad en las carteras, pero con varias Bolsas en niveles máximos y con la Bolsa española teniendo que digerir las sombrías perspectivas dadas por el Gobierno el pasado viernes es difícil encontrar buenos valores a buenos precios y por eso nos parece mejor no precipitarse a entrar en este momento. Seguiríamos trabajando con opciones tanto en la toma de posición como en las coberturas.




Presidente de Renta 4 Banco 

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